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domingo, 19 de julio de 2009

GOLPEA FUERTE MI CARA

Querido Utterson:

Cuando leas estas líneas yo habré desaparecido. No sé prever con precisión, cuándo, pero mi instinto, las mismas circunstancias de la indescriptible situación en la que me encuentro me dicen que el final es seguro y que no podrá tardar. Tú, en primer lugar, lee tu carta que Lanyon me dijo que te había escrito. Y si luego tienes todavía ganas de saber más, lee tu confesión de tu indigno y desgraciado amigo

HENRY JEKYLL

viernes, 5 de junio de 2009

NO LO DIGO YO...

Sobre el mundo

"Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser, más sufre... La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido. La vida es una cacería incesante, donde los seres, unas veces cazadores y otras cazados, se disputan las piltrafas de una horrible presa. Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de continuo, y después morir... Y así sucesivamente por los siglos, de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas."
"Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos, pero no son lo que representan, sino solo la mascara, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero."

Arthur Schopenhauer

domingo, 10 de mayo de 2009

NO CAMBIES DE CANAL, AÚN HAY MÁS...


Soy bruto y pervertido

Estoy obsesionado y trastornado

He existido durante años

Pero muy poco ha cambiado

Soy la herramienta del Gobierno

Y también de la industria

Porque estoy destinado a gobernar Y a regularte
Puedo ser vil y pernicioso

Pero no puedes mirar a otro lado

Te hago pensar que soy delicioso

Con las cosas que digo

Soy lo mejor que puedes conseguir ¿Me has adivinado ya?

Soy el cieno rezumando

De tu aparato de TV Me obedecerás mientras te dirijo

Y te comerás la basura con la que te alimento

Hasta el día en que no te necesitemos

No busques ayuda... nadie te hará caso

Tu mente está totalmente controlada

Ha sido rellenada dentro de mi molde

Y harás lo que se te ha dicho

Hasta que se vendan tus derechos
Eso es, amigos...No toquéis ese mando


Bueno, soy el cieno de tu vídeo

Rezumando por el suelo de sala de estar

Soy el cieno de tu vídeo

No se puede parar al cieno, gente, miradme ir
Soy el cieno de tu vídeo

Rezumando por el suelo de sala de estar

Soy el cieno de tu vídeo

No se puede parar al cieno, gente, miradme ir

I'm The Slime -Frank Zappa-

miércoles, 11 de marzo de 2009

MIRO TUS MANOS...

¡Y así, lo que me figuraba que no suponía nada para mí, representaba ni más ni menos que toda mi vida!


viernes, 19 de diciembre de 2008

SAN SEBASTIAN

Antes de dar por cerrada una vida tomo un último aliento y respiro el aire necesario para no hacer más larga su existencia.
Un ultimo aliento que duro un instante, un instante que puede llegar a ser eterno, un instante agónico y lleno de esperanza, un instante para ver el final, el descanso ansiado.
Su cuerpo dejaba de producir existencia, se hundía lentamente en el mar de los olvidados, lentamente,...
Justo antes de sentir el fulminante golpe de la muerte, sin saber la razón, sin quererlo, paso ante su recuerdo un instante, un momento, unas imágenes, unas palabras. Sin importarle si lo que se produjo era real o imaginado sintió un nuevo hálito de vida que lo impulso unos segundos a recordar.

Una sonrisa le invadió y sus ojos recobraron un brillo de una alegría celeste...

...El blanco de los azulejos de aquella cocina le producía una sensación de protección que le hizo en última opción tomar la decisión impulsiva de esconder su cuerpo de la vista de Emma.
La cara de pánico se apoderó de aquel niño a la edad de doce años.
Entre el revuelo causado por la búsqueda ansiosa de Emma, gritos, pasos acelerados, preguntas desesperadas, aquel niño levanto su fortaleza en el hueco donde se colocaba el cubo de la basura, entre el blanco de los azulejos, y los restos de serrín en el suelo, aterrorizado ante los gritos desesperados de Emma.
Nadie encontró los restos del pequeño, salvo su padre que lo miraba con una sonrisa de complicidad desde el otro lado del mostrador de la cocina.
Abrazando fuertemente sus piernas, sin producir ningún sonido que le delatara, cerro los ojos antes de mirar en silencio a su padre con gesto de pánico. Esperaba que todo pasara cuando antes, solo tenia que esperar, segundos, minutos, horas,...

Cuando abrió los ojos todo estaba en calma, demasiado, tanto que decidió incorporarse y salir de la cocina, hasta el patio.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

NOCHE

Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

JULIO CORTAZAR. Historias de cronopios y de famas - 1962

lunes, 24 de noviembre de 2008

EMMA...


Un claro mediodía de invierno... El frío es intenso, el hielo cruje, y a Nádeñka, que me tiene agarrado del brazo, la plateada escarcha le cubre los bucles en las sienes y el vello encima del labio superior. Estamos sobre una alta colina. Desde nuestros pies hasta el llano se extiende una pendiente, en la cual el sol se mira como en un espejo. A nuestro lado está un pequeño trineo, revestido con un llamativo paño rojo.


-Deslicémonos hasta abajo, Nadezhda Petrovna -le suplico-. ¡Siquiera una sola vez! Le aseguro que llegaremos sanos y salvos.


Pero Nádeñka tiene miedo. El espacio desde sus pequeñas galochas hasta el pie de la helada colina le parece un inmenso abismo, profundo y aterrador. Ya sólo al proponerle yo que se siente en el trineo o por mirar hacia abajo se le corta el aliento y está a punto de desmayarse; ¡qué no sucederá entonces cuando ella se arriesgue a lanzarse al abismo! Se morirá, perderá la razón.


-¡Le ruego! -le digo-. ¡No hay que tener miedo! ¡Comprenda, de una vez, que es una falta de valor, una simple cobardía!


Nádeñka cede al fin, y advierto por su cara que lo hace arriesgando su vida. La acomodo en el trineo, pálida y temblorosa; la rodeo con un brazo y nos precipitamos al abismo. El trineo vuela como una bala. El aire hendido nos golpea en la cara, brama, silba en los oídos, nos sacude y pellizca furibundo, quiere arrancar nuestras cabezas. La presión del viento torna difícil la respiración. Parece que el mismo diablo nos estrecha entre sus garras y, afilando, nos arrastra al infierno. Los objetos que nos rodean se funden en una solo franja larga que corre vertiginosamente... Un instante más y llegará nuestro fin.


-¡La amo, Nadia! -digo a media voz.


El trineo comienza a correr más despacio, el bramido del viento y el chirriar de los patines ya no son tan terribles, la respiración no se corta más y, por fin, estamos abajo. Nádeñka llegó más muerta que viva. Está pálida y apenas respira... La ayudo a levantarse.


-¡Por nada del mundo haría otro viaje! -dice mirándome con ojos muy abiertos y llenos de horror-. ¡Por nada del mundo! ¡Casi me muero!Al cabo de un rato vuelve en sí y me dirige miradas inquisitivas. ¿Fui yo quien dijo aquellas tres palabras o simplemente le pareció oírlas en el silbido del remolino? Yo fumo a su lado y examino mi guante con atención.


Me toma del brazo y comenzamos un largo paseo cerca de la colina. El misterio por lo visto no la deja en paz. ¿Fueron dichas aquellas palabras o no? ¿Sí o no? Es una cuestión de amor propio, de honor, de vida, de dicha; una cuestión muy importante, la más importante en el mundo. Nádeñka vuelve a dirigirme su mirada impaciente, triste, penetrante, y contesta fuera de propósito, esperando que yo diga algo. ¡Oh, qué juego de matices hay en este rostro simpático! Veo que está luchando consigo misma, que tiene necesidad de decir algo, de preguntar, pero no encuentra las palabras, se siente cohibida, atemorizada, confundida par la alegría...


-¿Sabes una cosa? -dice sin mirarme.

-¿Qué?- le pregunto.

-Hagamos... otro viajecito.


Subimos por la escalera. Vuelvo a acomodar a la temblorosa y pálida Nádeñka en el trineo y de nuevo nos lanzamos en el terrible abismo; de nuevo brama el viento y zumban los patines; y de nuevo, al alcanzar el trineo su impulso más fuerte y ruidoso, digo a media voz:


-¡La amo, Nadia!


Cuando el trineo se detiene, Nádeñka contempla la colina por la que acabamos de descender; luego clava su mirada en mi cara, escucha mi voz, indiferente y desapasionada, y toda su pequeña figura, junto con su manguito y su capucha, expresa un extremo desconcierto. Y su cara refleja una serie de preguntas: “¿Cómo es eso? ¿Quién ha pronunciado aquellas palabras? ¿Ha sido él o me ha parecido oírlas y nada más?

"La incertidumbre la torna inquieta, la pone nerviosa. La pobre muchacha no contesta mis preguntas, frunce el ceño, está a punto de llorar.


¿Será hora de irnos a casa? -le pregunto.

-A mi... a mi me gustan estos viajes en trineo -dice, ruborizándose-. ¿Haremos uno más?


Le "gustan" estos viajes, pero al sentarse en el trineo, palidece igual que antes, tiembla y contiene el aliento.

Descendemos por tercera vez, y noto cómo está observando mi cara y mis labios. Pero yo me cubro la boca con un pañuelo, y toso, y al llegar a la mitad de la colina alcanzo a musitar:


-¡La amo, Nadia!


-Fragmento. Una bromita, Anton Chejov-