Cuando leas estas líneas yo habré desaparecido. No sé prever con precisión, cuándo, pero mi instinto, las mismas circunstancias de la indescriptible situación en la que me encuentro me dicen que el final es seguro y que no podrá tardar. Tú, en primer lugar, lee tu carta que Lanyon me dijo que te había escrito. Y si luego tienes todavía ganas de saber más, lee tu confesión de tu indigno y desgraciado amigo
HENRY JEKYLL
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