
Siempre, de camino a casa después del trabajo observo al pequeño Hikaru, esta solo, mirando a través de un escaparate, detrás de éste enormes pantallas escupen miles de imágenes donde se mezclan colores y formas.
Cuando mira la pantalla parece calmado, sin ganas de llamar la atención, sin miedo a estar solo.
Recuerdo averlo visto algunas vez caminando de la mano de alguien, pero hace demasiado tiempo.
Ahora apoya sus dos manos sobre los cristales del escaparate, con enormes ojos y la boca en forma de o.
La gente camina detrás del pequeño, con sus bolsas de la compra, y mirando hacia el frente, sin percatarse de la presencia del pequeño Hikaru.